Porque lo castizo lo llevamos en la sangre
Por mucho garito moderno de Malasaña que se nos ponga por delante, en Madrid nos siguen molando los clásicos, lo castizo, lo llevamos en la sangre. Bueno, yo no soy de Madrid, pero como de los bares de mi pueblo dudo mucho que os interese que os hable, pues hablemos de Madrid… Y hé aquí una selección de las 10 tabernas más castizas de Madrid, aunque la verdad es que la lista se puede alargar bastantes dieces más…
La Dolores
Taberna La Dolores en el Barrio de las Letras
Taberna La Dolores
En pleno barrio de las letras, enfrente mismo de la iglesia del Cristo de Medinaceli, esta centenaria taberna castiza mantiene su tradicional y llamativa fachada de azulejos y su mostrador de mármol en el que se sirven bebidas y tapas. Su principal especialidad son los canapés, de los que se ofrece un surtido muy variado: de queso de cabrales con anchoa, de anchoa con tomate, de jamón de pato, de salmón ahumado,… También están muy bien las gildas y los boquerones en vinagre. Todo acompañado por cañas o dobles de cerveza de barril bien tirada.
¿Dónde? Plaza de Jesús, 13
Metro: Antón Martín (L1)
El Pescador
Bar El Pescador en Puerta de Toledo
El Pescador
En la misma Puerta de Toledo, este bar tradicional lleva cerca de 70 años sirviendo algunos de los mejores calamares fritos de Madrid. Bien en el popular bocadillo, bien como ración. Las bravas son otra de las especialidades de esta casa, muy bien hechas y con una salsa cuya receta guardan como un secreto. La oferta se completa con otras tapas bien clásicas como boquerones fritos o en vinagre, croquetas o champiñones al ajillo. Y para beber, buena cerveza de barril. Como está cerca del Rastro, los domingos el local se llena y cuesta hacerse con un sitio en la barra.
¿Dónde? Calle Ronda de Toledo, 2
Metro: Puerta de Toledo (L2, L5)
Casa Amadeo Los Caracoles
Casa Amadeo en la plaza del Cascorro
Casa Amadeo
Abierta en 1942, esta castiza taberna enclavada en el corazón del Rastro es uno de los mejores sitios de Madrid para disfrutar de los caracoles en salsa picante. Estos se mantienen calientes en una gran olla de la que se sirven directamente a los clientes. Pero a la hora del aperitivo hay muchas más opciones, en su mayor parte raciones de casquería: zarajos, torreznos, oreja de cerdo adobada, callos, morcilla… Para beber, cerveza de grifo. Los domingos, días de Rastro, está llenísimo, por lo que os recomiendo ir cualquier otro día de la semana.
¿Dónde? Plaza de Cascorro, 18
Metro: Tirso de Molina (L1)
Casa Camacho
Casa Camacho en Malasaña
Casa Camacho
Casa Camacho: en ella no solo encontraras yayos con boinas, sino también unos muy dulces que entran con mucha facilidad sea la época del año que sea. Buenísimos pero cuidado con la resaca. Durante el día está lleno de la clientela de toda la vida, por la noche la mayoría jóvenes, modernos, y no tan modernos, de Malasaña.
¿Dónde? C/ San Andrés, 4
Metro: Tribunal (L1, L10)
La Venencia
Bar La Venencia en el Barrio de las Letras
La Venencia
Un tabanco histórico jerezano. Un viaje a otra época. Todo respira antigüedad y cultura del jerez. Nada más ponerte delante de la puerta ya sabes que estás ante un establecimiento con una larga historia. La vieja puerta de inconfundible estilo denota muchas campañas. Cuántos clientes y de cuántas generaciones habrán pasado por ella. Los dueños actuales la regentan desde hace unos 25 años. Bodega oscura, cubas viejas, antiguos carteles de ferias del jerez, cuadros, polvo de humo, la misma pintura del día de la inauguración, viejos clientes, servicio osco, caja-reliquia registradora… todo está impregnado de autenticidad e historia.
¿Dónde? Calle Echegaray, 7
Metro: Sol (L1, L2, L3) o Sevilla (L2)
Lhardy
Restaurante Lhardy
Restaurante Lhardy
Uno de los más legendarios y grandes de la gastronomía madrileña. En sus espejos se han reflejado grandes acontecimientos históricos, políticos y sociales de España, desde 1839 que abrió sus puertas. Fue el primer restaurante en España con mesas separadas y menú impreso. Tomar el aperitivo en la tienda: un caldito del samovar, con un fino y hojaldritos, barquetas rellenas, croquetas o sándwiches magníficos. Es un ejercicio que los madrileños deberían hacer al menos una vez en la vida, si su bolsillo se lo permite, claro.
¿Dónde? Carrrera de San Jerónimo, 8
Metro: Sol (L1, L2, L3)
Más info: Ya hablamos de este restaurante y de su cocido en un post anterior.
Casa Labra
Casa Labra en Calle Tetuán
Casa Labra
La mítica Casa Labra de la calle Tetuán, junto a la Puerta del Sol, es la responsable de que los Soldaditos de Pavía, aperitivo que consiste en bacalao rebozado, se haya convertido en uno de los más típicos de la ciudad. Cuando los húsares al mando del general Pavía disolvieron las Cortes el 3 de enero de 1874 poniendo fin a la Primera República, el pueblo madrileño identificó el tono rojizo de las casacas de los soldados con ese pincho de bacalao rebozado y envuelto en pimiento que servían en la taberna. Ahora no llevan este particular adorno, pero están muy muy ricos. ¿Aún no los has probado?
¿Dónde? Calle de Tetuán, 12
Metro: Sol (L1, L2, L3)
Casa Rúa
Casa Rúa
Casa Rúa
Otro clásico de los bocadillos de calamares, que son el plato estrella de Casa Rúa. De hecho, en la puerta se suele formar una fila donde los clientes aguardan su turno para poder degustar este típico ‘bocata’ porque se trata de un local pequeño y con muy buena fama debido a la relación calidad precio.
Pero no solo dispone de bocadillos de calamares, sino que también los tienen de panceta, chorizo, morcilla o queso, al igual que raciones de patatas bravas, también muy típicas en este lugar.
Por mucho garito moderno de Malasaña que se nos ponga por delante, en Madrid nos siguen molando los clásicos, lo castizo, lo llevamos en la sangre. Bueno, yo no soy de Madrid, pero como de los bares de mi pueblo dudo mucho que os interese que os hable, pues hablemos de Madrid… Y hé aquí una selección de las 10 tabernas más castizas de Madrid, aunque la verdad es que la lista se puede alargar bastantes dieces más…
La Dolores
Taberna La Dolores en el Barrio de las Letras
Taberna La Dolores
En pleno barrio de las letras, enfrente mismo de la iglesia del Cristo de Medinaceli, esta centenaria taberna castiza mantiene su tradicional y llamativa fachada de azulejos y su mostrador de mármol en el que se sirven bebidas y tapas. Su principal especialidad son los canapés, de los que se ofrece un surtido muy variado: de queso de cabrales con anchoa, de anchoa con tomate, de jamón de pato, de salmón ahumado,… También están muy bien las gildas y los boquerones en vinagre. Todo acompañado por cañas o dobles de cerveza de barril bien tirada.
¿Dónde? Plaza de Jesús, 13
Metro: Antón Martín (L1)
El Pescador
Bar El Pescador en Puerta de Toledo
El Pescador
En la misma Puerta de Toledo, este bar tradicional lleva cerca de 70 años sirviendo algunos de los mejores calamares fritos de Madrid. Bien en el popular bocadillo, bien como ración. Las bravas son otra de las especialidades de esta casa, muy bien hechas y con una salsa cuya receta guardan como un secreto. La oferta se completa con otras tapas bien clásicas como boquerones fritos o en vinagre, croquetas o champiñones al ajillo. Y para beber, buena cerveza de barril. Como está cerca del Rastro, los domingos el local se llena y cuesta hacerse con un sitio en la barra.
¿Dónde? Calle Ronda de Toledo, 2
Metro: Puerta de Toledo (L2, L5)
Casa Amadeo Los Caracoles
Casa Amadeo en la plaza del Cascorro
Casa Amadeo
Abierta en 1942, esta castiza taberna enclavada en el corazón del Rastro es uno de los mejores sitios de Madrid para disfrutar de los caracoles en salsa picante. Estos se mantienen calientes en una gran olla de la que se sirven directamente a los clientes. Pero a la hora del aperitivo hay muchas más opciones, en su mayor parte raciones de casquería: zarajos, torreznos, oreja de cerdo adobada, callos, morcilla… Para beber, cerveza de grifo. Los domingos, días de Rastro, está llenísimo, por lo que os recomiendo ir cualquier otro día de la semana.
¿Dónde? Plaza de Cascorro, 18
Metro: Tirso de Molina (L1)
Casa Camacho
Casa Camacho en Malasaña
Casa Camacho
Casa Camacho: en ella no solo encontraras yayos con boinas, sino también unos muy dulces que entran con mucha facilidad sea la época del año que sea. Buenísimos pero cuidado con la resaca. Durante el día está lleno de la clientela de toda la vida, por la noche la mayoría jóvenes, modernos, y no tan modernos, de Malasaña.
¿Dónde? C/ San Andrés, 4
Metro: Tribunal (L1, L10)
La Venencia
Bar La Venencia en el Barrio de las Letras
La Venencia
Un tabanco histórico jerezano. Un viaje a otra época. Todo respira antigüedad y cultura del jerez. Nada más ponerte delante de la puerta ya sabes que estás ante un establecimiento con una larga historia. La vieja puerta de inconfundible estilo denota muchas campañas. Cuántos clientes y de cuántas generaciones habrán pasado por ella. Los dueños actuales la regentan desde hace unos 25 años. Bodega oscura, cubas viejas, antiguos carteles de ferias del jerez, cuadros, polvo de humo, la misma pintura del día de la inauguración, viejos clientes, servicio osco, caja-reliquia registradora… todo está impregnado de autenticidad e historia.
¿Dónde? Calle Echegaray, 7
Metro: Sol (L1, L2, L3) o Sevilla (L2)
Lhardy
Restaurante Lhardy
Restaurante Lhardy
Uno de los más legendarios y grandes de la gastronomía madrileña. En sus espejos se han reflejado grandes acontecimientos históricos, políticos y sociales de España, desde 1839 que abrió sus puertas. Fue el primer restaurante en España con mesas separadas y menú impreso. Tomar el aperitivo en la tienda: un caldito del samovar, con un fino y hojaldritos, barquetas rellenas, croquetas o sándwiches magníficos. Es un ejercicio que los madrileños deberían hacer al menos una vez en la vida, si su bolsillo se lo permite, claro.
¿Dónde? Carrrera de San Jerónimo, 8
Metro: Sol (L1, L2, L3)
Más info: Ya hablamos de este restaurante y de su cocido en un post anterior.
Casa Labra
Casa Labra en Calle Tetuán
Casa Labra
La mítica Casa Labra de la calle Tetuán, junto a la Puerta del Sol, es la responsable de que los Soldaditos de Pavía, aperitivo que consiste en bacalao rebozado, se haya convertido en uno de los más típicos de la ciudad. Cuando los húsares al mando del general Pavía disolvieron las Cortes el 3 de enero de 1874 poniendo fin a la Primera República, el pueblo madrileño identificó el tono rojizo de las casacas de los soldados con ese pincho de bacalao rebozado y envuelto en pimiento que servían en la taberna. Ahora no llevan este particular adorno, pero están muy muy ricos. ¿Aún no los has probado?
¿Dónde? Calle de Tetuán, 12
Metro: Sol (L1, L2, L3)
Casa Rúa
Casa Rúa
Casa Rúa
Otro clásico de los bocadillos de calamares, que son el plato estrella de Casa Rúa. De hecho, en la puerta se suele formar una fila donde los clientes aguardan su turno para poder degustar este típico ‘bocata’ porque se trata de un local pequeño y con muy buena fama debido a la relación calidad precio.
Pero no solo dispone de bocadillos de calamares, sino que también los tienen de panceta, chorizo, morcilla o queso, al igual que raciones de patatas bravas, también muy típicas en este lugar.
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