Biografía del pintor Camille Pissarro
El pintor francés, Camille Pissarro es uno de los fundadores del Impresionismo. Era el mayor del grupo y el único que participó en las ocho exposiciones que celebraron.
Nació el 10 de julio de 1830 en Santo Tomás (Islas Vírgenes), era hijo de un próspero comerciante judío. A los 12 años viajó a París para realizar sus estudios y el ambiente de la ciudad despertó en él su interés por el arte. De regreso a Santo Tomás, su padre le negó el permiso para estudiar arte, por lo que trabajó en el comercio paterno mientras realizaba bocetos inspirados en la Isla.
En 1852 fue a Caracas como ayudante del pintor dinamarqués Fritz Melbyl y allí pintó paisajes y escenas de costumbres. En 1855 se trasladó a París, estudió en la Escuela de Bellas Artes, en la Academia Suiza y más tarde, con el paisajista francés Camille Corot. Conoció a Monet, Cézanne y Guillaumin y frecuentó el Café Guerbois, donde se reunían un gran número de artistas y escritores para discutir ideas.
Viajó a Londres y allí coincidió con Monet, juntos hicieron estudios de edificios envueltos en nieblas. A su regreso a Francia se unió a Manet, Monet, Renoir, Sisley y Guillaumin y decidieron formar un grupo. Así nació el impresionismo.
Hasta esa época, sus obras se asocian a la Escuela de Barbizon. Influido por Corot y Courbet, pintó con una gama sobria de verdes y grises. Pero, poco a poco, su paleta irá adquiriendo luminosidad.
Durante la Guerra Franco-prusiana (1870-1871), marchó a Inglaterra. A su vuelta, su casa había sido saqueada y parte de sus pinturas estaban destruidas. Atraído por los paisajes, decidió alquilar una casa en Pontoise,
Entre sus temas, destacan los relacionados con la vida natural y rural. En sus escenas representa casas, árboles, campos, montones de heno y campesinos trabajando.
Más tarde, influenciado por Seurat y Signac, experimentó el puntillismo, que consiste en lograr las formas mediante el uso de pequeñas gotas de color yuxtapuestas. Las críticas recibidas lo llevaron a abandonar esta técnica y a retomar el impresionismo.
Cuando su enfermedad ocular empeoró tuvo que abandonar la pintura al aire libre y centrarse en escenas urbanas. Se trasladó a Ruán y pintó excelentes vistas de la ciudad y de su puerto, y después pasó a París, donde murió en 1903.
Obra de Pissarro
Castaños en Osny
En esta obra, Pisarro presenta a unos campesinos realizando las tareas agrícolas. La escena queda enmarcada por castaños a ambos lados. La sensación de profundidad se consigue a través de la iluminación. Predominan los tonos cálidos y la pincelada rápida.
Diligencia a Louveciennes
Representa una diligencia que se dirige a Louveciennes. El momento elegido es una tormenta, en concreto, el instante posterior a la lluvia. Las figuras que aparecen llevan un paraguas para protegerse del agua.
Los tonos utilizados son oscuros y la pincelada es rápida y empastada.
Tejados rojos
En esta obra las formas desaparecen en favor del color. Son colores muy vivos, rojo para los tejados, azul para el cielo y verdes en la hierba.
Cosecha de manzanas
Las campesinas vuelven a ser las protagonistas en este cuadro. Pisarro se centra en captar la atmósfera y la iluminación. Contrasta la zona de sombra donde desempeñan su labor las mujeres, con la claridad de los amarillos y naranjas del campo que las rodea.
Otoño
Los almiares de cereal recogido y la luz reflejan la estación del año, el otoño. El artista recoge directamente la luz del natural, empleando una pincelada rápida con pequeños toques de color.
Completa el estudio de las estaciones del año con Primavera, Verano e Invierno.
Completa el estudio de las estaciones del año con Primavera, Verano e Invierno.
Perales en flor en Eragny. Mañana
En esta obra, Pisarro sigue la técnica divisionista aplicando el color en pequeños toques de pincel yuxtapuestos, con lo que consigue gran luminosidad.
Bulevar de Montmartre
La serie del bulevar de Montmartre, de París, es un ejemplo de sus escenas urbanas. Representa la misma vista del bulevar bajo distintas condiciones de iluminación y atmosféricas.
En Boulevard Montmartre en la tarde, elige los últimos rayos del sol del atardecer. Mientras algunos de los edificios están en sombra, otros permanecen iluminados, jugando así con los contrastes lumínicos. El boulevard aparece lleno de transeúntes y carruajes, creando un efecto de movimiento urbano.
Completa la serie con la mañana invernal, la mañana grisácea o el efecto nocturno.
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