El secreto del éxito de las películas de Disney

Las películas animadas de Disney son increíbles para muchos de nosotros. A lo largo de los años nos han cautivado por sus grandes historias y personajes, quienes nos han hecho tanto reír como llorar. Resulta increíble que una historia animada pueda tener tal efecto en los espectadores y que desde la década de los años treinta haya sido capaz de atraparnos con historias como Blancanieves; nos haya hecho llorar con Bambi y El Rey León; nos haya hecho reír con Monsters Inc. y nos haya hecho soñar con UP.

Cualquiera que sea la historia que elijamos todas tienen algo de especial que hace que sean amadas por el público de todas las edades. El cine es una de las industrias más relevantes para la economía estadounidense, teniendo éxitos en taquilla como Frozen que recaudó más de $400,738,000 USD y Toy Story 3 que obtuvo más de $415,000,000 USD tan sólo en los Estados Unidos. Pero no se trata de un éxito meramente comercial, éste va más allá, pues historias como La Sirenita (1989), La bella y la bestia (1991) y Aladdín (1992) tienen más de veinte años y siguen siendo vistas por millones de niños a lo largo de mundo. Y es que hay cierto encanto en las historias que han podido llegar a los corazones de personas tan diversas con creencias y tradiciones distintas, pero que se unen cuando miran una película de Disney.

Después de haber adquirido Pixar, Disney supo reinventarse y aprovechar las herramientas tecnológicas para dar vida a nuevos mundos. Sería con el primer largometraje animado en su totalidad, Toy Story en 1995 que el destino de Disney cambiaría para siempre. Con Marvel Entertainment y Lucasfilm, Walt Disney Company es la compañía de medios de comunicación y entretenimiento más grande del mundo. 

Aunque se ha expandido y ha logrado diversificarse con las adquisiciones de las cintas de Marvel y Lucasfilm, las clásicas películas de Disney y las de Pixar siguen siendo de las favoritas. Pero, hay una razón para que ello sea posible. El fundamento y el esqueleto de la historia juega un papel fundamental para que la película pueda moverse. Los escritores y creativos lo saben por eso hay ciertas características que están presentes en todos los filmes de Disney, ya sean de Pixar o los estudios Disney. El director creativo John Lasseter ha supervisado todas las películas de Pixar, además de haber dirigido algunas de ellas. Por ello habla de algunos puntos que son fundamentales para tener un éxito en los corazones de los espectadores y de esta forma también en la taquilla.

Comienza con una tragedia

Si analizamos un poco las películas de Disney, nos daremos cuenta que éstas son bastante trágicas. Bambi pierde a su mamá, Simba y la Cenicienta a su padre, el señor Fredricksen en Up a su esposa… y podemos seguir con una larga lista que comenzó con la huérfana de Blancanieves. De acuerdo con el fundador de la compañía, Walt Disney, el dolor es necesario para que la felicidad exista. En sus palabras “por toda risa tiene que haber una lágrima”.

 Hay todo un mundo para la película

Tener la historia y a los personajes es lo primero con lo que se cuenta, pero para que la historia se desarrolle se necesita crear todo un mundo. Se debe transmitir a través de la imagen el universo en el que los personajes se encuentran, así no importa lo irreal que parezca que los juguetes tengan vida, que los bichos se diviertan en un bar o un circo, o que una rata quiera ser chef; el mundo se ha creado de tal manera que parece real y es posible. En Monsters Inc. hay toda una ciudad para los monstruos, en Buscando a Nemo los colores nos acompañan por todo el océano y en Frozen el invierno se hace presente. El espacio debe ser único para situar cada una de las aventuras.

 

El protagonista tiene un aliado

En toda historia el protagonista experimenta una pérdida en su vida o hay algo que sucede que lo obliga a salir de su zona de confort. Es aquí cuando la verdadera historia comienza. Para que haya un cambio en él deberá pasar por una serie de aventuras y pruebas que lo llevarán a enfrentarse con sus monstruos más grandes, ya sean internos o externos. Pero no sería igual si no tuviera con quién compartir las aventuras. El papel secundario es básico porque permite que el protagonista tenga a alguien para entablar una conversación. En la mayoría de las películas este aliado “está aislado, o ha perdido a sus padres o nadie le comprende”, afirma el animador de Big hero 6, Valentín Amador.
 

Hay empatía

El punto más importante y el que no puede faltar en ninguna historia. Cuando una película nos mueve es porque de cierta manera hemos logrado identificarnos con los personajes o con lo que éstos han vivido. Podemos sentir su sufrimiento y felicidad de forma que nos conmueve y nos marca. Por ello las películas de Disney pueden pasar de generación en generación sin importar el año en que fueron realizadas; las historias son tan reales que nos identificamos con ellas. Éstas se construyen de tal manera que a lo largo de 90 minutos los personajes nos marcan y se quedan guardados para la memoria como si fueran reales.
 

Los personajes sueñan con un mundo mejor

En todas las historias los personajes aspiran a algo mejor, y realmente ¿quién no hace esto? Para que exista un desarrollo el protagonista debe pasar por un conflicto que lo llevará a través de una serie de aventuras que lo acercarán a cumplir su objetivo y su sueño. Rémy sueña con convertirse en chef, Ariel con salir del océano, Nemo sueña con conocer el mar y Elsa con controlar sus poderes. Todos ellos vivirán una serie de experiencias que los llevará a vivir con lo que siempre han soñado. También buscan que el mundo sea mejor, que no los juzguen por no ser los ideales para lograr ciertas cosas en la vida como Rémy, o que un par de aletas no definan su futuro, así como evitar ser juzgados por otros.

 

Promueve la competitividad de una manera sana

A lo largo del texto se ha hablado sobre la adquisición de Pixar por parte de Disney, sin embargo los estudios funcionan de manera independiente. De acuerdo con Amador cuando se tiene un problema para resolver ciertas situaciones cada estudio lo resuelve por su parte. Esto sucedió con Frozen cuando vieron complicado animar la nieve y Pixar ya lo había hecho anteriormente con Monsters Inc., pero la solución no fue encontrar la respuesta con ellos, sino buscarla por sí mismos. La filosofía es simple: “búscatelo tú mismo”. Cada estudio cuenta con su propia tecnología.

El reinado de Disney es muy claro, tiene las herramientas para lograr que cada película que lanza sea un éxito en taquilla y cuenta con uno de los mejores estudios de animación que hay en el mundo. Pero también es creador de historias que nos conmueven y nos acompañan tanto a niños como adultos. Es durante esos 90 minutos que podemos volver a ser infantes y disfrutar de la magia del cine.

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