FOTICOSSSS: ¿Qué es mejor, la Ribera o la Rioja?

miércoles, 20 de julio de 2016

¿Qué es mejor, la Ribera o la Rioja?

Tanto se ha hablado y escrito de las virtudes de los vinos de Ribera y de La Rioja que acaban siendo rivales. Las propiedades de ambos son excelentes y conocidos en medio mundo gracias a sus exportaciones.
Si hablamos de los inicios, es indiscutible que la DO de La Rioja fue la primera en tener esta denominación mientras que la DO Ribera del Duero vino posteriormente. En cuanto a las uvas, las que se utilizan para la elaboración de los vinos de La Rioja son las tintas Tempranillo, Garnacha tinta, Mazuelo y Graciano y las blancas Viura, Malvasía y Garnacha blanca. La DO Ribera del Duero autoriza la uva Tempranillo, Cabernet, Sauvignon, Merlot y Malbec, pequeñas cantidades las uvas Garnacha y Albillo. Las dos comparten la uva tempranillo para sus vinos.
Por lo tanto, aportan diferencias en sus vinos pero también ciertas similitudes. Quizás las mayores diferencias entre ambos se deben a su sabor en el paladar, porque los de La Rioja saben más a frutas, y los de Ribera son más intensos, incluso con diferenciaciones en color, pues estos últimos los tienen más fuertes.
Los vinos de Ribera del Duero se elaboran en del sureste de Castilla y León, concretamente en Burgos, Segovia, Soria y Valladolid, y la Rioja tiene una extensión en diferentes comunidades autónomas: Desde el País Vasco a Castilla y León, pasando por otras cercanas.
Los diversos climas de cada DO también pueden variar en algunas zonas. Por ejemplo, la DO Ribera del Duero presenta una atmósfera algo más extrema, tanto en verano como en invierno. En la Rioja hay distintas partes, cada una con un clima algo más personal. La Rioja Alta ofrece una temperatura moderada, la Rioja Baja tiene zonas con lluvias frecuentes en invierno, mientras que la Rioja Alavesa suele tener suelos templados. Lo que sí comparten es que cada clima permite consumir vinos distintos pero de enorme calidad.
A modo de resumen, lo que está claro es que no hay una respuesta absoluta o cerrada a la cuestión y que, fundamentalmente, dependerá de la calidad del vino y del gusto y paladar de quien lo beba. A fin de cuentas, es lo que acaba marcando lo diferencia.