Según escritores como Mario Vargas Llosa, vivimos en la civilización del espectáculo, donde todo puede ser parte de la farándula y todos aspiran a sus cinco minutos de fama, haciendo lo que sea por alcanzar la celebridad, aun de los modos más desagradables.
En parte, de esa actitud se alimentan los recopiladores de cosas sorprendentes, a veces hasta grotescas, como algunos horribles récords Guinness, que probablemente no estés muy interesado en romper.
13 horribles Récords Guinness que NO quieres superar
1. Si vamos a hablar de horribles récords Guinness, debemos comenzar con uno que te va a encantar: el 5 de marzo de 2001 Ken Edward, un exterminador de ratas y actor aficionado, se comió en un programa de la televisión inglesa, The big Breakfast, ¡36 cucarachas en apenas un minuto!
¿Cuántas podrías comerte tú en ese tiempo?
2. Otro de esos horribles récords Guinness con animales: una mujer tailandesa,Kanchana Ketkaew, permaneció 33 días encerrada en una habitación de cristal de 40 metros cuadrados, con 5.320 escorpiones. Durante ese tiempo recibió al menos trece dolorosas picadas, pero aun así rompió el récord anterior por casi dos días, y por más de 2.000 escorpiones.
3. Existen horribles récords Guinness involuntarios, como el de una mujer argentina de 54 años, a la que extrajeron un tumor del vientre que pesó 4 kilogramos. Casi un bebé, ¿verdad? La operación fue en un hospital cerca de Buenos Aires y duró casi cuatro horas.
4. Otro récord Guinness involuntario fue el de Michael Hill, de Jacksonville, Florida, que en 1998 recibió una puñalada en la cabeza durante un asalto en su residencia.
Con el puñal en la cabeza Hill buscó ayuda con los vecinos, que lo llevaron a un hospital donde fue operado con éxito, y pudieron extraerle un cuchillo de supervivencia de 20,32 cm (8 pulgadas). Ostenta el récord del objeto más grande extraído de un cráneo humano.
5. Volvamos a horribles récords Guinness con animales. Tom Buchanan, de Australia, permaneció 55 segundos con 125 arañas “seda de oro” sobre su cuerpo. Esta especie tiene un veneno neurotóxico que no es letal para los seres humanos, pero tal cantidad de arañas podría matarte a causa de una reacción alérgica por el exceso de picadas. No fue el caso de Buchanan, que salió bien librado.
6. Existen también horribles récords Guinness de carácter laboral, como el de Madeline Albrecht, de Cincinnati, Ohio, cuyo trabajo durante 15 años consistió en olfatear pies y axilas con mal olor para un laboratorio del Dr. Scholl.
Se calcula que olfateó unos 5.600 pies. ¡Pobre mujer!
7. A veces la naturaleza intenta establecer sus propios horribles récords Guinness usándote como herramienta, como fue el caso de Matt Sutter, un joven de 19 años de Fordland, Missouri, que un domingo de 2006 fue sorprendido por un tornado en la casa remolque de su abuela, levantado por los aires y llevado a 400 metros de distancia. El otro sobreviviente a un tornado que ha llegado más lejos fue una niña de Dakota del Sur, que fue trasladada con todo y pony unos 300 metros.
8. ¿Crees que criar a dos niños es difícil? Imagina hacerlo con 87. Feodor Vassilyev, un campesino ruso del siglo XVIII, engendró con dos mujeres 22 gemelos, 9 trillizos y 4 cuatrillizos. Sin ser el hombre más prolífico de la historia –probablemente lo fue Gengis Kan–, sí es el que más hijos ha tenido con menos mujeres.
Otro dato curioso: para las condiciones sanitarias de la época, de los 87 sólo dos murieron durante la infancia.
9. Quizás otro de esos horribles récords Guinness que no te gustaría ostentar sería el de ser el ser humano más pesado del mundo, que hasta la fecha ostenta Jon Brower Minnoch, del estado de Washington, y que llegó a pesar 635 kilogramos antes de tener que ser internado en un hospital, donde permaneció dos años y no fue dado de alta hasta que rebajó unos 220 kg. Murió ese mismo año, 1980, de insuficiencia cardiaca.
El récord de la mujer más pesada lo tiene la estadounidense Rosalie Bradford, con 544 kg.
10. Hay récords Guinness con los que te puedes quedar corto, como el de la persona a la que más manos le han sido amputadas. El poseedor de este récord es Clint Hallam, de Nueva Zelanda, que en 1984 se encontraba en prisión por fraude cuando se amputó una mano mientras manipulaba una sierra circular. Los cirujanos lograron colocarla en su sitio, pero se le desarrolló una fuerte infección y tuvieron que volver a quitársela.
Diez años después, Hallan fue operado en Lyon, Francia, donde se le injertó exitosamente la mano de un motociclista francés muerto en un accidente. Lamentablemente Hallam no apreció su buena fortuna, pues no le gustaba su nueva mano por parecerle demasiado grande y descuidó los medicamentos para evitar el rechazo del nuevo miembro; éste se deterioró y debió ser amputado en 2001. Así fue como Clint Hallam se convirtió en el único ser humano al que se le han amputado tres manos (y siempre del mismo brazo).
11. El que sigue podría ser el récord menos horrible de los que hemos descrito hasta ahora, pero tiene su mérito. Bill Gordon afirma tener el manuscrito literario más rechazado de la historia: 217 rechazos por parte de 176 editores. El manuscrito se titula Cruzada por un gobierno mundial, y es bastante probable que no sea un buen libro.
12. Otro de esos horribles récords Guinness que implican rechazo lo tiene una señora de Corea del Sur, Cha Sa-Soon, que tomó la prueba escrita para sacar la licencia de conducir 950 veces, y el examen práctico unas 10 veces, antes de lograr tener éxito.
Si la ven acercarse manejando tal vez lo más aconsejable sea apartarse.
13. Concluyamos con uno de esos horribles récords Guinness deportivos: Tahir Hussaines un indio practicante de karate que puede romper contra sus abdominales hasta 251 tablas de madera en un período de 25 minutos. Realmente tiene unos abdominales de acero, aunque él mismo reconoció que se trató de un récord doloroso.
La capacidad del ser humano para hacer cosas absurdas, o para sobrevivir a situaciones imposibles, no tiene límites.
Vía: Supercurioso