Sanos y saludables. Tanto las legumbres como el vino son necesarios para que nuestro organismo se regule. Sepas que también se realizan maridajes entre vinos y legumbres, interesantes y novedosos para que el paladar pueda gozar también con alimentos básicos.
La famosa fabada asturiana es un plato de cuchara que tomar durante los días de frío. La faba asturiana es sabrosa y cremosa y, por esto, aunque es algo complicada de maridar, va bien tanto con vinos tintos como con vinos blancos. En este caso, destacamos también los cavas.
Las lentejas con hortalizas y su correspondiente chorizo y panceta están buenísimas y representan un gran plato español. Casa con excelentes vinos de Cabernet Sauvignon, aunque también con vinos elaborados a partir de uva mencía y algunos gallegos de calidad.
Los guisados con ciertas legumbres acompañan para entrar en calor. El vino Malbec quizás no es tan conocido en España, pero va muy bien para determinados platos contundentes, como los platos de puchero, pues aportará la acidez que se necesita para acompañar estos platos. Las cebollas también se reservan, preferentemente, para platos que dan calor. Tanto las sopas como otros platos donde la protagonista es la cebolla pueden tomarse con vino Chardonnay.
Algunos guisos también se prefieren con vinos rosados, que, a diferencia de lo que se piensa, también es muy bueno en invierno. Suelen ir bien para guisos a base de verduras y pastas. El rosado debe servirse frío pero es mejor sacarlo antes de comer el plato para evitar ciertos contrastes entre los calientes y fríos de la comida y la bebida.
Los guisos picantes, algo más internacionales, y los conocidos locros norteños pueden preferirse con vinos tipo Sauvignon Blanc o Chardonnay. Estamos hablando de vinos jóvenes, que potenciarán sabores por todos conocidos. Y con los garbanzos recomendamos los vinos hechos con Sauvignon Blanc, aportan frescura y carácter.
Gaba do Xil Mencía 2014
Lalama 2012
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