Aunque es un alimento agradecido que van bien con muchas bebidas y para acompañar a otros alimentos, debemos saber maridarlo correctamente. Los panes negros, de centeno y de cereales pueden mezclarse con quesos, mermeladas y también con patés. Son panes perfectos para untar todo aquello que se quiera, especialmente en desayunos. El pan integral también va bien para untar y para acompañar a potajes y platos realmente contundentes. Para hacer bocadillos con tomate y embutidos, hay diversos tipos de panes, como por ejemplo la tradicional chapata que marida con jamón serrano, chorizo o lomo. Del mismo modo que el pan de payés es perfecto para tortillas y bocadillos de fuet. La carne puede maridarse con un vino tinto y acompañar de un tipo de pan candeal que presenta baja humedad, y la hogaza castellana. Estos panes también pueden mezclarse con pescados, aunque siempre va mejor con panes de aceite, pan de molde (siempre que se compre en la panadería) y pan de pimentón, especialmente para el marisco. El pan con el vino presenta muchas alternativas. Por ejemplo la baguete, el pan más conocido y vendido, suele tener un sabor delicado, por lo que el vino blanco es el preferido junto a quesos algo más fuertes para contrastar sabores. El pan tipo focaccia puede combinarse con vino tinto y también con vino rosado, muy fresco. Al ser un pan tradicionalmente italiano nada mejor que casarlo con un vino italiano, como por ejemplo el Chianti rosado. Los panes que presentan pasas, nueces y otras frutas van bien con los vinos algo dulces y con el cava o champán. |
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