Si un hombre no ha conseguido encontrar ninguna buena razón para creer que hay un Dios, es perfectamente natural y racional que no deba creer que exista un Dios; en ese caso, es un ateo... si va más allá y, tras una investigación de la naturaleza y el alcance del conocimiento humano, llega a la conclusión de que la existencia de Dios es imposible de probar, deja de creer en ello basado en que no se puede conocer su veracidad, entonces es un agnóstico y también un ateo – un ateo-agnóstico –, un ateo por su agnosticismo... por tanto, mientras que es un error asimilar agnosticismo y ateísmo, es igualmente erróneo el separarlos como si cada uno fuera independiente del otro
No hay comentarios:
Publicar un comentario