Más allá de las temibles resacas después de una noche en las que se toma una copa de más, algunas personas sufren dolores de cabeza asociados al vino. Normalmente sólo hace falta una o dos copas para que estas personas sufran de jaquecas. Se trata de una reacción más común de lo que pensamos, por lo que se han realizado múltiples estudios científicos con el objetivo de descifrar el detonante de este malestar.
No existe una respuesta definitiva al origen de estos dolores de cabeza. Algunos estudios apuntan a que estas molestias podrían ser consecuencia de los sulfitos. Otros hablan de la tiramina o las histaminas. Sea cual sea el responsable final, todos ellos son elementos naturales que contiene la uva o que aparecen durante los distintos procesos de elaboración del vino, ayudando a su conservación, color e incluso sabor.
Ya que los posibles detonantes se encuentran de manera natural en la uva y el vino - además de ser fundamentales para dar vida a esos caldos que tanto nos gustan-, hemos seleccionado una serie de consejos para ayudarte a prevenir estos dolores de cabeza.
Los científicos y médicos responsables de los estudios en cuestión apuntan que es necesario observar variables como el momento de consumo para poder determinar el grado de sensibilidad de las personas a dichos elementos según distintos factores, y así poder evitar situaciones de malestar. Los expertos aseguran que el estrés podría ser una de las principales causas, por lo que recomienda meditar en si las migrañas aparecen después de una jornada laboral ardua, o también en momentos de relajación como vacaciones.
Así mismo, mantenerse hidratado y beber con moderación es una manera básica de prevenir los dolores de cabeza asociados al vino y otras bebidas alcohólicas; incluso un método eficaz para evitar las resacas al día siguiente. Complementariamente, los expertos también aconsejan tomar un antihistamínico para bloquear los síntomas de malestar.
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